Incluyen dificultades en dormirse, despertarse y mantener una alerta adecuada para las actividades diarias.

•Muchos presentan dificultades crónicas con uno o más de estos trastornos desde la niñez temprana.

•La alta frecuencia en TS-TDAH se debe a la estrecha relación existente entre los sistemas cerebrales implicados en la regulación del sueño-vigilia y los implicados en la regulación de la atención y el estado de ánimo.

•No son capaces de desarrollar o mantener un equilibrio evolutivamente adecuado entre sueño y vigilia.

•Señalan sufrir dificultades crónicas para lograr y mantener un nivel de alerta y activación que les permita estar con fuerza y activas para el trabajo y las actividades diarias.

•Indecisiones excesivas y dificultades para finalizar tareas que  reflejan problemas al organizar, priorizar y ordenar al no  permitirles mantener un esfuerzo y motivación para terminarlas en un tiempo razonable .

•Otros síntomas que pueden aparecer son las dificultades para permanecer dormidos, pesadillas, apneas del sueño, sonambulismo y movimiento excesivo durante el sueño, aunque no hay evidencias sustanciales de que sean más comunes en TDAH.

INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA PARA TRASTORNOS DEL SUEÑO CON TDAH

•Para una intervención eficaz en los TS asociados a TDAH es necesario una evaluación minuciosa de la naturaleza e historia de las dificultades del sujeto en el sueño y la vigilia.  Debe incluir las rutinas del sueño: hora habitual de acostarse, tiempo necesario para conciliar el sueño una vez en la cama, frecuencia y duración de despertares durante el sueño, nivel de dificultad para despertarse levantarse cuando es necesario, etc.  También debe tratar acerca de la frecuencia y circunstancias durante el día.

HIGIENE DEL SUEÑO – RECOMENDACIONES

•Mantener un horario de acostarse constante.

•Seguir regularmente una rutina que les permita reducir gradualmente su nivel de actividad y entrar en un estado de relajación.

•Para niños: comer algo, tomar un baño caliente, cepillarse los dientes, ponerse el pijama, escuchar un cuento, mantener una conversación tranquila mientras se le frota la espalda, pensar en imágenes relajantes., etc.

Para adolescentes y adultos: ver la televisión, leer libros o revistas amenos, escuchar música, etc.

•Otros aspectos se relacionan con el ambiente silencioso con temperatura, ventilación y pijama confortable e incluso que uno de los padres se acueste con el niño hasta que se quede dormido.La estrategia principal consiste en intentar condicionar al individuo a una secuencia fija de actividades a fin de disminuir la excitación y relajarse gradualmente para prepararse para dormir.